Se usa cuando alguien está reventado físicamente, sin energía, como cuando el tanque ya está en la pura reserva y el carro avanza de milagro. En Puno se suelta mucho después de una pachanga brava, una fiesta patronal o un carnaval intenso. Es como decir que ya no das más, pero igual sigues ahí tercamente, medio zombie.
"Hermano, después de bailar morenada toda la noche ya estaba pisando reserva, apenas podía subir la cuesta y mi vieja pensaba que seguía borracho."