Palabra muy costeña para hablar de algo o alguien que jode, estresa o complica la vida. Se usa cuando una situación se vuelve cansona, repetitiva o simplemente da pereza enfrentarla. Es como decir qué fastidio, pero con más sabor caribe y un poquito de queja dramática, porque al costeño le encanta exagerar un tris.

"Hermano, otra vez se fue la luz en pleno partido, qué pesavaina, ya iba a gritar el gol y quedé fue viendo la pared"

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!