Se usa cuando alguien deja ver su verdadera personalidad después de hacerse el inocente o el correcto. Es como cuando se cae la máscara y aparece el lado pícaro, malicioso o simplemente más auténtico. En Antioquia se suelta mucho para viejitos calentones, pero también aplica para cualquier persona que se destapa y muestra quién es de verdad.
"Marica, ese man en la oficina parecía todo un angelito, pero en la fiesta de fin de año peló el cobre y terminó bailando reguetón hasta con la jefa."