Expresión muy cubana para decir que alguien se dio una borrachera brutal, de esas que te tumban y al otro día no recuerdas ni cómo llegaste a la casa. Es como pasarse tres pueblos con el trago y quedar fundido total. Suena graciosa, pero si te lo pegas a menudo, el hígado no se ríe tanto.
"Asere, ayer en el cumple de Yuni me pegué tremendo petacazo, terminé cantando reguetón con el perro y abrazando la nevera como si fuera mi jeva."