Se dice cuando alguien se pone a bailar con tanta energía que parece que le haya entrado un calambre de buen rollo por las piernas. Es ese baile medio descontrolado, con saltitos y giros, que parece que esté espantando malas vibras del cuerpo. Vamos, que no baila, se zarandea como si no hubiera mañana, y oye, contagia bastante.
"Anit a la disco, el Vicent pegà un sarandillo que quasi tira al DJ, a dos gintonics i a la penya que mirava amb cara de susto i risa a la vegada"