En el Cesar se le dice pechichón a la persona súper melosa que vive buscando cariño, abrazos y atención, casi siempre con cara de yo no fui. Es ese que se pega como koala para que lo consientan y le hagan todos los gustos. No es insulto, más bien es burla cariñosa, y hay que admitir que la palabra suena toda tierna.
"Mira al pechichón de Luis, se tiró en el sofá, se hizo el dormido y ahora la mamá le trae jugo, buñuelos y hasta las chanclas, todo por hacerse el consentido."