Se usa en Tierra del Fuego para decir que alguien está teniendo mala suerte, que nada le sale o que el día viene torcido. La idea es que, en vez de disfrutar, te comes todo el frío y ninguna recompensa. Es como ir con ilusión y volverte con las manos vacías, tiritando y puteado por el clima.
"Fuimos a pescar al lago con toda la fe y al final pasamos fría, ni una trucha, viento en la cara y encima se nos voló el mate."