Se usa cuando hay ropa colgada por todos lados, como si el cuarto fuera una tienda de ropa en liquidación. Es muy de después de lavar, que uno termina guindando franelas, jeans y hasta la ropa interior donde consiga un huequito. Es una forma exagerada y cómica de decir que hay demasiada ropa tendida estorbando por todo el espacio.
"No joda, no se puede ni caminar en la casa, hay una parranda de guindales por todos lados, parece que voltearon el clóset y lo colgaron en la sala."