Expresión usada cuando alguien se está quedando dormido en pleno sitio público, clase, reunión o rumba, en vez de estar en su cama como una persona normal. Es como decir que el cerebro apagó las luces y puso el letrero de cerrado. Muy típica después de un buen almuerzo pesado o una conversación más aburrida que misa larga.
"Chamo, el profe ni había terminado de explicar y ya Luis estaba parqueándose en la biblioteca, con la cabeza doblada y babeando el cuaderno todo loco"