Se usa para hablar de una excusa baratísima, una historia toda enredada que nadie con dos dedos de frente se cree. Es como cuando alguien se inventa un cuento larguísimo para justificar una metida de pata y solo logra que uno sospeche más. Suena graciosa, pero también deja claro que al otro se le nota la mentira a kilómetros.

"Hermano, no me salga con esa paja pollera de que llegó tarde porque una gallina le secuestró la moto y se la llevó a pasear por el Nevado del Tolima"

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