Expresión del habla paraguaya que se usa para algo que parecía buenísimo, casi un tesoro, y al final sale malísimo o inútil. Es como cuando te venden humo con moño dorado. Se aplica a cosas, planes, compras o incluso personas que prometían mucho y terminan siendo un chasco tremendo.
"Me fui todo ilusionado al concierto ese carísimo y el cantante ni apareció, hermano, fue un oro cué de aquellos, hasta el sonido parecía de radio vieja."