Se usa para decir que alguien anda rarito, como tramando algo chueco o con una intención escondida que no termina de confesar. Es cuando la persona se ve muy amable o muy callada y tú piensas que ahí hay gato encerrado. Básicamente es sospechar que el pana viene con maña, y a veces no falla.
"Desde que llegó tan sonriente a la oficina y no suelta el teléfono, ese pana huele a chompipe, seguro está cuadrando algo por debajo de cuerda."