Se usa para decirle a alguien que está hiperactivo, fastidiando o moviéndose sin parar, como si estuviera cargado de energía y no pudiera quedarse quieto. Es una forma medio cariñosa medio regañona de bajarle las revoluciones a la persona. Suena gracioso porque compara al inquieto con un electrón dando vueltas por todos lados.
"Oye, compadre, deja de estar saltando por toda la sala y cambiando el canal cada rato. No seas electrón y siéntate un rato que me estás mareando, causa."