Se usa para bardear con cariño al que se hace el importante, el que se agranda y presume como si fuera la gran cosa, pero en realidad es puro humo. Viene del guaraní, que significa país, y se aplica al que se cree la última Coca-Cola del desierto. Y hay que admitir que suena hermoso para bajarle el copete a cualquiera.
"Mirá al Juan, se fue dos días a Buenos Aires y ya vuelve hablando de networking y contactos, todo un ñambiseta el tipo, ni pasaporte tiene todavía."