Se usa para hablar de alguien que parece tener un talento natural para el vino, como si hubiera venido al mundo con la copa en la mano. No solo le encanta tomar, también sabe elegir, opinar y nunca le falla al brindis. Es esa persona que en cada juntada termina siendo el sommelier del grupo, aunque sea vino de caja.
"Ese Federico sí que es nacido pa'l vino, cae al asado con dos tintos, un blanco, explica los aromas y termina cantando cumbia arriba de la mesa."