Forma juguetona y medio burlona de referirse a la persona que siempre carga con la culpa o con los problemas del grupo, como si fuera la mochilita donde todos avientan lo malo. Es el clásico al que le echan la bronca aunque ni estaba. Y sí, da risa, pero también da tantita lástima al pobre mochilas.
"Íbamos todos bien tarde al partido y mi jefe llegó echando bronca, pero al final al que regañó fue al Toño, que ni habló en todo el camino, ya ves, siempre le toca ser el mochilas del grupo"