Exclamación bien del norte argentino para soltar sorpresa, admiración o incredulidad. Se dice cuando alguien se manda algo inesperado, aparece alguien que no veías hace mil, o cuando por fin pasa eso que venías esperando hace rato. Es como un “no te la puedo creer” con tonito salteño y bastante picardía.
"Tres meses diciendo que ibas a renunciar y hoy caés con la carta firmada. ¡Mirá la chancha! Dale, contá el chisme completo que me dejaste re manija."