Se usa cuando alguien está tan cansado, desvelado o saturado que la cabeza ya no le funciona bien. Anda lento, distraído, confundido, como si le hubieran pasado el cerebro por el microondas y lo hubieran dejado medio chafa. Es ese estado en el que uno existe, pero pensar con claridad ya es otro nivel.
"Después de esa fiesta maratónica ando microplanchado, casi me subo al carro equivocado y saludé a un señor pensando que era mi cuate."