Se usa cuando ves a alguien famoso, importante o súper popular montado en el metro como cualquier mortal. La gracia está en que choca un montón verlo ahí apretujado entre la gente, como si te encontraras un unicornio haciendo fila para recargar la tarjeta. Es una forma medio burlona y cariñosa de decir que ese sí usa el metro de verdad.
"Man, ayer iba todo sudado en el vagón y de la nada veo al presentador ese de la tele agarrado del tubo. Ahí sí dije: ese man sí es metro de verdad, nada de chofer privado ni pendejadas."