Se dice cuando alguien suelta chistes o cuentos tan malos, tan forzados, que igual te termina sacando la risa, pero más por lo absurdo que por graciosos. Es como reírte a la brava, a presión, porque el man insiste y la situación ya da es pena ajena. Y sí, a veces funciona.

"El primo llegó con un chiste malísimo del burro y la suegra y yo dizque serio, pero el man siguió y siguió y terminé riéndome, qué vaina, me tocó meter catira."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!