Expresión muy regia para decir que algo está carísimo, que se pasó de lanza con el precio. Hace referencia al cabrito a las brasas, platillo típico de Nuevo León que nunca es barato y cada vez se siente más de lujo. Es como decir que algo cuesta un ojo de la cara, pero con sabor norteño y antojo incluido.
"No manches, el concierto ese salió más caro que el cabrito a las brasas en domingo de quincena en el restaurante más fresa de San Pedro."