Palabra bien ayacuchana para hablar de un descanso largo y sabroso después del almuerzo, casi siempre con su siestita incluida. No es solo tirarse en la cama, es desconectar del mundo, aflojar el pantalón y dejar que el cuerpo haga su digestión con calma. Suena a flojera, pero en realidad es pura sabiduría andina, la verdad.
"Hermano, después de ese cuy chactado con su mote y su ajicito, ni me hables de chamba, me voy directo a mi mañuqay con frazada gruesa y radio prendida bajito."