Se usa para hablar de alguien que siempre está de mala leche, renegando de todo y viendo el vaso vacío aunque rebose. Es como si llevara encima una nube de orballo permanente, todo le parece mal y siempre tiene un queixume a mano. Vamos, el típico que amarga hasta una buena queimada sin despeinarse.
"Tío, deja de maloser, que con este paisaje, pulpo á feira y cañas frías solo tú eres capaz de ver drama y decir que todo va a salir del revés."