En Cuba se usa para hablar de una persona tacaña, agarrada, que no suelta un peso ni aunque le pique el bolsillo. Es ese colega que siempre se hace el loco cuando toca pagar la cuenta o poner para la gasolina. No es un insulto brutal, pero sí una forma clara de decir que alguien es bien amarrado con el dinero.
"Asere, no le pidas dinero a Manolo, que ese tipo es tremenda maceta, se hace el desaparecido cuando toca pagar la ronda en el malecón."