Expresión boyacense para hablar de alguien que se queja de más, arma drama por bobadas o llora sin que haya una razón tan grave. Es como hacer show para que todo el mundo le pare bolas. A veces se usa con cariño, pero también puede ser un jalón de orejas bien merecido, y la verdad es que suena muy pintoresca.
"No sea bobo, mijo, deje de llorar en el páramo por esa raspadita, que ni sangre le salió y ya parece que lo hubiera pisado una volqueta."