En Buenos Aires, si decís que levantaste a alguien no es que lo alzaste en brazos, es que lo chamuyaste y te lo ganaste. Es la forma bien porteña de hablar de seducir, conquistar o conseguir un ligue. Suena medio inocente, pero es puro juego de seducción y ego inflado, para qué negarlo.
"Boludo, fui al boliche hecho un desastre y aun así me levanté a una mina que estaba más buena que comer dulce de leche a cucharadas."