Se refiere cariñosamente a alguien que habla mucho, cuenta chismes o siempre tiene algo que decir. Es como si tuviera una lengua igual de grande que su amor por los tamales.
"Oye, ayer me volví a encontrar con Lupita y no sabes, ¡tiene lengüitas de tamal! Me contó todo lo que pasó en la fiesta, hasta los detalles más jugosos."