Se usa cuando alguien intenta meterte ideas en la cabeza a base de chamuyo, medias verdades y discurso enroscado para manipularte. Es como un lavado de cerebro pero en versión criolla y cotidiana, muy de cuando ves que te quieren vender humo. Y hay que admitir que la expresión tiene su gracia.
"Bo, no te dejes lavar la cabeza por ese gurú de Instagram, mañana te vende un curso para respirar y pasado te cobra por pensar positivo."