Se usa para decir que alguien se pegó una borrachera monumental, de esas que te dejan doblado y sin recordar ni cómo llegaste a la casa. Es como decir que se tomó hasta el agua de los floreros y terminó tirado en el primer sillón que vio. Muy de noche larga, trago barato y cero dignidad, pero con su gracia.

"Anoche el Choco se largó un tabardillo tan bravo que terminó durmiendo en el patio, abrazado al perro y usando la manguera de almohada, mientras los vecinos seguían cantando cumbia a todo volumen."

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