En Barinas se dice que alguien anda jelajeando cuando está perdiendo el tiempo sin hacer nada útil, dando vueltas sin rumbo y metiéndose en cosas sin importancia. Es como estar de ocioso nivel leyenda, inventando cualquier excusa para no trabajar ni estudiar. Y hay que admitir que a veces jelajear también tiene su encanto sabroso.
"Chamo, deja de jelajear por el barrio viendo quién lava moto y ven a ayudarme con esta venta de empanadas antes de que se me quemen todas"