Se usa cuando alguien se desconecta del tema, pierde totalmente el hilo y empieza a soltar cosas que no vienen a cuento. Es como si su mente se montara su propia película y dejara tirados a los demás en la conversación. A veces hace gracia, pero también puede ser un poco desesperante cuando quieres hablar en serio.
"Estábamos echando cuento del apagón y de repente Luis se fue en la bola hablando de ovnis, arepas espaciales y que su abuela es reptiliana."