Expresión muy tabasqueña para decir que andas sin un peso, bien tronado o con la cartera llorando. Se usa cuando ya pagaste todo, no te quedó ni para el refresco y estás sobreviviendo con lo mínimo. Es como ir con la llanta ponchada en la vida diaria, avanzando a duras penas y con pura fe.
"Desde que pagué la renta y el recibo de la luz ando en llanta, compa, ya ando viendo si vendo el Play o me pongo a vender tortas en la esquina."