Se dice cuando en el pueblo solo hay un bar medio apañado al lado del parque y la peña queda allí a tomar vinos con sus tapas. Es el plan clásico de tarde tranquila que acaba liándose un poco. Más que salir de fiesta es ir a socializar, criticar al personal y cenar a base de raciones.
"Tía, hoy no me apetece ir a la ciudad, mejor vamos de pinchos al parque, nos pedimos unas bravas, cotilleamos del pueblo y ya si eso mañana madrugamos… o no."