En el Estado de México huertear es salirse a escondidas del trabajo, la escuela o cualquier compromiso para echar la chorcha un rato sin que el jefe o el profe se enteren. Es como aplicar la clásica fuga estratégica para ir por garnachas, chismear o simplemente tirar barra. Y la neta, cuando sale bien, se siente arte fino.

"No inventes, el licenciado ni cuenta se dio cuando nos pusimos a huertear y nos fuimos al tianguis por unas quesadillas bien grasosas y un chesco bien frío."

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