Se usa para decir que alguien se está calentando rápido, que se está rayando o enfadando por cualquier cosa, como olla de yuca que hierve en un toque. Es muy de la selva, bien loretana, para bajar los humos cuando alguien se pone intenso por una tontería. Y la verdad, suena tan sabroso que hasta dan ganas de usarla diario.
"Oye, Carlos, ya pues, no te pongas a hervir la yuca solo porque se acabó la chela, ah, que parece que te hubieran cortado el wifi de todo Iquitos."