Se usa para decir que alguien está pasando un frío brutal, de esos que te dejan las manos duras y la cara roja. La gracia es compararte con un pingüino, que vive rodeado de hielo y viento cortante. Es una forma exagerada y divertida de quejarse del clima cuando parece que estás en el fin del mundo.
"Apaga un poco la estufa, che, que cuando salga a la calle voy a quedar helado como pingüino esperando el bondi en la esquina"