Expresión muy usada para decir que alguien está destruido, reventado o hecho polvo, ya sea por cansancio, por una noche de joda tremenda o porque se golpeó mal. También puede usarse para objetos que quedaron arruinados. Es de esas frases que pintan perfecto el estado en el que quedaste, casi para tirarte a la basura.
"Volví de la fiesta a las siete, me dormí en el bondi y ahora estoy hecho percha, ni ganas de levantarme a buscar las empanadas que quedaron en la heladera."