Se usa para decir que algo va a durar muchísimo tiempo o que en realidad nunca va a pasar, como esperar un milagro bien loco. Es la versión oaxaqueña de decir que algo ocurrirá cuando pase lo imposible. Y la neta, imaginarse al pozole tronando tiene su chiste y su antojo incluido.
"Mi tío dice que va a dejar de echarse sus chelas hasta que el pozole truene, o sea, nunca en la vida, ni aunque le caiga la suegra del cielo."