Expresión veracruzana para decir que alguien cambia de bando, de opinión o de postura de forma bien conveniente. Es como voltearse la chaqueta, pero con sabor a costa y antojo de desayuno. Se usa cuando alguien se acomoda según le convenga y se hace el loco como si siempre hubiera pensado así. Y hay que admitir que a veces hasta da risa.
"Ayer el vato juraba que odiaba el reguetón, pero vio a la morra que le gusta perreando y se hizo la tortilla bien sabroso, ahora hasta trae la bocina a todo volumen en la cuadra."