Se usa para hablar de alguien que se agranda todo el rato, que presume y se cree más importante de lo que es, como si cargara su supuesta grandeza en una maleta imaginaria. Es esa persona que con cualquier logro mínimo ya se infla el ego y se pasea como estrella de cine. Y hay que admitir que a veces da risa verlo.
"Desde que le subieron cien pesitos el sueldo, el tipo anda haciéndose la maleta por la oficina, saludando con dos dedos como político en campaña y hablando de inversiones como si fuera magnate."