En Córdoba se usa para decir que algo quedó destruido, hecho bolsa, sin posibilidad de arreglo. También se usa cuando le ganás a alguien de manera humillante, ya sea jugando a la play, discutiendo o en cualquier competencia. Es como decir que lo dejaste chiquito, hecho puré. Y sí, suena fuerte pero tiene su gustito cordobés.
"Fuimos a jugar al fulbito y al otro equipo lo hicimos pelpa, pobre loco, se querían ir a la mitad del primer tiempo del baile que les pegamos."