Se dice cuando alguien empieza algo con ganas, pero a medio camino se desinfla, se raja o lo deja todo incompleto. Vamos, que no termina la chamba y te deja el pendiente aventado. En Zacatecas suena bien natural para reclamarle a alguien que nomás le dio tantito y ya se hizo pato.
"El vato juró que iba a pintar la sala, pero la hizo a la mitad y dejó la pared toda manchada, como si hubiera peleado con el bote de pintura."