Se usa para hablar de alguien que se pira de una situación incómoda, aburrida o que no le apetece nada, pero lo hace con mucha sutileza. Parece que simplemente se ha despistado o que tenía otra cosa que hacer, aunque en realidad ha salido por patas. Es como el arte de la espantada elegante, con cara de aquí no ha pasado nada.

"Tío, la cena estaba más muerta que la autovía un lunes de madrugada y Juan hizo un cántabro, se levantó a por agua y ya no volvió a la mesa en toda la noche"

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