Así se le dice al vigilante o guardia de seguridad, casi siempre el que cuida edificios, negocios o parqueos. Es el man que se queda toda la noche pendiente de quién entra y quién sale, a veces con su sillita y su termo de café. Suena a inglés mal pronunciado, pero ya es parte del vocabulario catracho y tiene su encanto.
"No te preocupés por el carro, el guachimán de la cuadra es bien pilas y no se le va ni una, hasta sabe a qué hora llega cada vecino todo bolo."
Palabra muy usada en Norte de Santander para referirse al vigilante, celador o guardia de seguridad del barrio, del edificio o del negocio. Viene del inglés watchman pero ya se volvió bien nuestra. Suele decirse con cariño, como ese man que se sabe todos los chismes y aun así cuida todo juicioso.
"Deje el carro ahí no más, que el guachimán de la esquina es más pendiente que mi mamá cuando salgo de fiesta, no se le escapa ni una moto rara."