En Mérida se le dice granpo a la persona que se siente muy importante, como si fuera la gran cosa, pero en realidad nadie le compra tanto el show. Es medio presumida, medio ridícula, y la palabra tiene ese saborcito yucateco de burla cariñosa. Es como decirle inflado, pero con más gracia y menos mala leche.
"¿Ya viste a Juan con su nuevo carro del año? Anda todo granpo, subiendo historias cada cinco minutos como si hubiera descubierto la rueda."