En El Salvador se usa para decir que alguien cambia de rumbo, ya sea de trabajo, de proyecto o hasta de pareja. Es como darle vuelta al juego y empezar otra cosa distinta, a veces por necesidad y a veces por puro capricho. Suena inocente, pero puede esconder chisme sabroso, y hay que admitir que tiene su gracia.
"Vos, ya estuvo suave con ese brete explotador, mejor girá el trompo, renunciá y montá tu puestecito de pupusas, que ahí sí vas a ser tu propio jefe."