Se usa cuando algo ya es el colmo de los colmos, pero encima tiene un punto ridículo, exagerado o surrealista que te deja loco. Es como decir que ya se pasaron tres pueblos y medio. Suele usarse con tono de queja divertida, porque la situación es tan absurda que hasta hace gracia.
"Pibe, el jefe nos mandó correo un domingo a las siete de la mañana pidiendo informe urgente, esto ya es una flor de colmo, ni los guiris madrugan tanto en vacaciones"