Se usa para decir que alguien está con una flojera monumental, medio adormilado, sin ganas de hacer nada útil. Es como estar en modo mantita y sofá, pero elevado al nivel leyenda. No es solo pereza, es una mezcla de calorcito, modorra y cero motivación. Y hay que admitir que la imagen de la tinta tibia tiene su encanto raro.
"Oye, anda a ayudar a tu mamá, po. —Ni cagando, estoy tibio como la tinta, recién almorcé cazuela y no me paro de este sillón ni aunque tiemble."