En Yaracuy se dice estar obispo cuando alguien anda demasiado arreglado, bien planchadito, perfumado y con pinta de que se echó media hora frente al espejo. Es como ir emperifollado para impresionar en una cita, una fiesta o cualquier evento donde quiere lucirse. Y sí, suena fino, pero también tiene su toque de chalequeo cariñoso.

"Compadre, usted hoy sí vino obispo, vale, con esa camisa planchadita y ese perfume caro, ¿es que va pa’ una cita o lo invitaron a un bautizo elegante?"

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!