Se usa cuando estás en una situación muy complicada, con pocas salidas o directamente sin solución. Puede ser por algo serio, como un marrón económico, o por una cagada del día a día, como liarla en el curro. Es vulgar, pero muy común, y hay que admitir que describe el drama cotidiano con bastante gracia.
"Perdí la cartera, el móvil se quedó sin batería y encima llego tarde a la entrevista de curro, hermano, hoy estoy jodido pero jodido de verdad."